Una historia de superación personal: estudiante y deportista paralímpico

12 Abr 2024

En la Universidad Maza el deporte es una fuente de inspiración, disciplina y orgullo. Para reflejar estos valores inauguramos la sección “¡Qué cracks!” en nuestra página web. Se trata de un homenaje y agradecimiento para los deportistas de nuestra casa de estudios, aquellos que con su dedicación y esfuerzo son ejemplo para toda la comunidad. Aquí conoceremos sus historias. 


En esta segunda edición, repasamos la trayectoria de Tomás González, nadador paraolímpico de la Universidad Maza y estudiante del último año de la carrera de Ingeniería en Dirección de Empresas. 

‘’Ser nadador paralímpico es una oportunidad que aprovecho todos los días’’, arranca diciendo. La afición de Tomás por el agua inició cuando era muy chico. Luego de realizar Hidroterapia desde nacimiento por recomendación de su médico, a los 10 empezó a entrenar la natación como deporte. 

El camino de Tomás por la Universidad Maza arranca en el 2018 cuando toma la decisión de unirse al equipo de natación. Hoy, a sus casi 23 años, se encuentra cursando el último trayecto de la Ingeniería en Dirección de Empresas en nuestra casa de estudios. El mayor desarrollo deportivo de toda mi carrera lo tuve gracias a la Universidad, empecé a competir en otras provincias el año que me uní al equipo y gracias a mis entrenadores mejoré en todos los aspectos que hacen a esta disciplina

Durante la entrevista, Tomás menciona 3 aspectos importantes de la vida que muchas veces se sostienen en las bases del deporte. En primer lugar, el de la salud física, que es fundamental, aprendí a nadar mucho antes de aprender a caminar, sostiene, hoy soy lo que soy y hago lo que hago en gran parte por el desarrollo motriz que ha tenido mi cuerpo gracias al entrenamiento. 

Por otro lado, resalta el aspecto social, vital en el mundo del deporte y en la vida en general. El ritmo de entrenamiento, las horas de viaje entre competencias y los momentos difíciles durante el trayecto, son más fáciles de afrontar al lado de un compañero o de un equipo; de aquellos colegas en lo deportivo que entienden de cansancio y esfuerzo, pero también de pasión por el mismo deporte. Gracias a la natación conocí cientos de personas de las cuales muchas considero amigos que me han abierto las puertas y forman parte de mi vida, afirma.

El tercer pilar que menciona Tomás es el de la salud mental. El impacto positivo del deporte en este aspecto es innegable porque proporciona un medio para liberar tensiones, establecer conexiones entre los pares y promover un sentido de logro personal. La pileta me sirve a modo de terapia y canalizo mis problemas del día a día

Tomás es un ejemplo más de que la práctica deportiva no solo es beneficiosa para el cuerpo, sino que también es una herramienta poderosa que ayuda a proteger la salud emocional. No solo promueve la autoconfianza, también ejercita la resiliencia y la capacidad para enfrentar desafíos; habilidades que, oportunamente, se traspasan a otros ámbitos de la vida del deportista. 

 

El buen equilibrio

Como también se mencionó en la edición anterior de ¡Qué cracks!, el día a día de un estudiante deportista implica encontrar el equilibrio entre las demandas académicas y físicas que a menudo ponen a prueba los límites de la propia resistencia. Administrar el tiempo entre entrenamiento, clases y estudio puede ser todo un desafío, pero Tomás parece haber encontrado una forma: me pongo objetivos claros, concretos y posibles, sostiene. Simple, pero efectivo. 

No perder el hábito de estudio y entrenamiento también parece ser la clave, coordino horarios y me inscribo tanto a finales como a torneos para mantener siempre la mente ocupada en el deporte o la Universidad. 

El apoyo de la familia y los amigos es otro factor importante. El grupo de contención del deportista cumple un rol fundamental, son aquellas personas que siguen y conocen de cerca su progreso; celebran las alegrías y acompañan las tristezas. Para Tomás, tener una familia presente es un plus motivacional que le permite desarrollarse. En natación uno en la pileta está solo, pero detrás hay todo un grupo que acompaña al nadador. Sin ese grupo el competidor no estaría en ese lugar, cierra.

El desafío de la Pandemia

La falta de motivación es un obstáculo común que enfrentan muchos deportistas en algún punto de sus carreras. Tomás atravesó ese momento durante la pandemia de COVID-19. La crisis económica lo empujó a replantearse si valía la pena seguir costeando viajes a torneos que no resultaban como él esperaba, fue un gran desafío psicológico para mí. Sin embargo, para algunos este periodo de desánimo sirve como impulso para reinventarse. Al enfrentarse a la falta de motivación, los atletas se ven obligados a buscar nuevas perspectivas, descubrir nuevas fuentes de inspiración y reevaluar sus objetivos, así le ocurrió a Tomás. Por suerte los fantasmas se fueron y me reinventé empezando a entrenar para aguas abiertas en donde encontré el desafío que buscaba y necesitaba, sostiene.

Nuevos horizontes

Según relata nuestro deportista, el nado en aguas abiertas se puede practicar en una variedad de entornos acuáticos como lagos, diques, ríos e incluso mares. Se trata de una disciplina que demanda un enfoque de entrenamiento distinto al que se realiza para la competición en pileta cerrada.

El principal desafío es la resistencia y el ejercicio mental que conlleva, es mi cuerpo y mente contra la inmensidad del agua, dice Tomás. El nivel de adrenalina que genera es mayor, ya que son muchos los factores que modifican las condiciones del nado; como el clima, la temperatura del agua, cantidad de nadadores, el oleaje, el sol, entre otros; si es agua salada también cambia. La incertidumbre de no saber si vas a poder terminar la prueba y no salir acalambrado o con hipotermia, genera más ansiedad que el resultado y el tiempo que uno pueda llegar a hacer.

Para cerrar, le pedimos al protagonista de esta nota un consejo para el resto de los estudiantes que deseen combinar el deporte con sus estudios: les recomendaría que todo lo que hagan lo hagan con convicción, van a tener sacrificios, pero la recompensa es aún mayor. Suena muy cliché en el mundo del deporte, pero aplica perfectamente a la carrera universitaria.

Agradecemos a Tomás Gonzales por su paso por esta sección y su dedicación ejemplar en nuestra Institución, que sirve como modelo e inspiración para aquellos que están iniciando su camino en el deporte universitario.


Si vos también querés fusionar y potenciar al máximo tu carrera deportiva y universitaria, la Universidad Maza te brinda los espacios y las herramientas para poder hacerlo. ¡Animate! 


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