Labradores de cimientos

15 May 2020

Labrador es el que trabaja, que cultiva. Un cimiento es el principio y raíz sobre la que descansa todo un edificio. ¿Qué son entonces, los docentes, sino aquellos que construyen, que dan forma, a esa estructura que lo sostiene todo?

El 15 de mayo, Día del Docente Universitario, encumbramos la figura, el trabajo y la dedicación de tan nobles profesionales.



“Ha sido para mí la enseñanza un altísimo ministerio social, a cuyo desempeño he sacrificado el brillo de la vida y las solicitudes de la fortuna: el tiempo, el reposo, la salud, y en momentos amargos, mi paz y la alegría de mi familia”, dijo una vez el eminente José Manuel Estrada.

En este Día del Docente Universitario, marcado por un contexto tan extraño y particular, damos homenaje y hacemos un acto de gratitud hacia todos aquellos hombres y mujeres con tan noble vocación, pues tienen en sus manos el futuro de la sociedad.

Desde la más tierna infancia hasta la adultez y, cada vez más durante toda la vida, son los profesores los que acompañan a cada persona en su devenir, secundando a la familia en ese rol fundamental de la educación.

La enseñanza de la verdad es la que permite una bien entendida libertad. Ello hará que cada individuo, en su pensamiento y en su voluntad, pueda ser pleno más allá de cualquier situación que lo rodee y que, incluso, no esté en sus manos (como la que hoy nos toca atravesar).

Los docentes, que siempre se brindaron por completo por amor a su profesión, hoy han dado una muestra más de convicción, carácter, esfuerzo y temple. De un día para otro las medidas adoptadas en el país y en el mundo los obligaron a adaptarse y cambiar, a emprender un nuevo desafío, con dudas, temores y dificultades.

Pero una vez más, la conciencia de su tarea y el compromiso con la misión emprendida, hicieron que cada uno de ellos ponga todo de sí para renovarse con inteligencia y creatividad, pero también con el motor que debe guiar todo ello: la pasión.

Han estado dispuestos a aumentar las horas dedicadas a consultas y correcciones, a elaborar nuevos materiales, a utilizar herramientas desconocidas, a sortear las dificultades personales y domésticas para estar presentes y vigentes como siempre, estableciendo ese vínculo inexplicable y fundamental que siempre han tenido con sus alumnos.

Por todo esto, y por mucho más, hoy tomamos la pluma y elevamos la voz para agradecerles.

“La tarea del educador moderno no es cortar selvas, sino regar los desiertos”, expresó el gran Clive Staples Lewis. En tiempos turbulentos, que la llama de su vocación los haga seguir brindando conocimientos, pero elevando al hombre y haciendo florecer las virtudes que lo hagan luchar por la justicia, la verdad, la Patria y el bien común.



¡Feliz día del Docente Universitario!